¿Existe alguna deriva estética actual?
La fenomenología únicamente habla de DEBER cuando la infinitud dela reflexión desemboca en un proceso vacío, sin anclaje en la tierra que todos pisamos; y todavía se riza más el rizo si se dice que esto sólo se puede entender al concebir la infinita multiplicidad de los nivels de reflexión, como decían esos románticos y como hoy sigue aún diciendo la fenomenología, porque no ha inventado ni se ha inventado otra cosa; están esperando a que algún héroe o reo, (la filosofía), lo haga o simplemente lo diga. Que esa concepción se realice en un instante puntual romántico o en una quedada temporal del teatro del tiempo, como un “despliegue” que no se repite (ver aquí nota 160 de la entrada sobre el pensamiento de Marc Richir), lo mismo nos da. No hay ninguna subjetividad tal que pueda hacer tal cosa, y menos aún como espectadora o analizadora del arte; la “realidad del mundo” no tiene nada que ver con la práctica social diaria; sólo la pilla de rebote, al otro lado del dualismo; ni las efectuaciones más primitivas de la subjetividad se exhiben de primera mano en al arte; no se ha entendido el hiperbolismo radical si se cree eso; el arte el el último lugar donde se desarrolla lo primitivo; llega al final, cuando ya se ha matado a la víctima; antes es un combate cuerpo a cuerpo de forma inconsciente y mecánica simbólica en “los teatros del tiempo” que viene incitando la filosofía históricamente. Si no se habla de algo más que de teoría, se puede decir cualquier cosa y vender cualquier producto teórico. La reflexión no encuentra nada de forma fortuita, pues el azar rechaza cualquier hipótesis de recodificación gnoseológica.
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