lunes, marzo 16, 2009

la horca

GANÍMEDES




Ya no podemos hacer nada; ni presentarnos, ni acudir a la cita; ni improvisar ni seguir los pasos; ni acceder ni tener éxito; la horca de los pensamientos ha sido desatada y han perdido al ser puestos en vertical; aunque los sujetos tengan algo que ver, no saben qué hacer; rígidos; ni aunque la mirada se estanque, ni aún siendo perfectamente conscientes de los argumentos, podemos acceder a la phantasia del cuadro marcado por los apuntadores; no es tarde ni antes; el conocimiento ha desaparecido del mundo; las valoraciones sin presente han ganado su espacio; la inmanencia es abrumadora; tiene tal peso su constitución trascendental que el sujeto triunfa, devora, se retira para atacar, ha aprendido todos los trucos de la fenomenalidad de los sentidos, y aún así no sabe qué es un prejucio; pensamiento neutralizado; sólo si la temporalidad actúa entre vastidores, pero mirando de frente, afrontando la amistad, podremos afrontar la paradoja de Husserl:

LA CONCIENCIA INTENCIONAL DEL TIEMPO, CONSTITUYE,

evidencia objetiva; visto desde lo objetivo valora; pero imita a lo que es: la evidencia objetiva en la subjetividad, inmanencia, de las vivencias, en la constitución activa de la conciencia trascendental subjetiva; este es el círculo de su prejuicio, del filósofo más importante de todos los tiempos. Esto queda explicitado si concluimos que Husserl llega a esto como resultado de una crítica; no es prejuicio, sino resultado de crítica, que sin embargo lo toma como prejuicio de subjetividad.