jueves, diciembre 20, 2007

La phantasía de los poetas



Dificultad de justificar al poeta trágico; seguimos en la interpretación de una apariencia, la del lenguaje (corporal, visual, de los sonidos) y creyendo en la conceptibilidad inmaterial como noúmeno dicididor de ese enigma que parece ser, también como apariencia, la voluntad; el concepto es un contenido de sentido con identidad simbólica, ya desde Aristóteles, aunque Nietzsche lo veía como un engaño que hace la voluntad.
En las Investigaciones, Wittgenstein niega que haya un pensamiento independiente del lenguaje; nuestros procesos bio-mentales no son prioritarios a su expresión lingüística; considera que el lenguaje es compartido. El significado, se explique como se explique, es algo con una validez intersubjetiva. Explicar el significado consiste en explicar cómo utilizamos las expresiones de los contextos en los que esas expresiones adquieren un determinado “valor”; es una propuesta pragmática que participa de la comunidad lingüística. Los filósofos tradicionales, para él, arrancan de cuajo las palabras del contexto de sentido y pretenden, especulando acerca de ellas, extraer de ellas algún tipo de esencias profundas. Sin embargo, hay una praxis fenomenológica del lenguaje de la obra (musical, dramática, de la naturaleza) autónoma pero no libre, que es la de una teleología esquemática sin concepto, la del sentido en vistas de sí – mismo, “finalidad sin fin” de Kant, o el sí-mismo de Nietzsche en Así habló Zaratustra. Hay una masa fenomenológica en ese lenguaje, que no lengua, con la que por ejemplo somos excitados al ver el drama, que nos desborda pero que no nos impide formar sentido simbólico, pero que no puede ser una instancia extraña interventora inmaterial o mentalista metafísica.
En esa masa, insconscientemente, y quizás cecular, y provocado por la obra de arte, hacemos un acorde de Wesen, “esencias”, “vivencias”, si se quiere, formales de lenguaje entretejiendo algo que pertenece al inconsciente fenomenológico histórico, donde se da la estética sin conceptos al estilo kantiano, el fondo al que volvemos cuando recibimos una obra de arte, una pura aisthesis celular, la voluntad: Wesen salvajes de mundo fuera de lenguaje hojeadas según Wesen formales de lenguaje. Aisthesis que se puede explicar cómo funciona biológicamente o qué provoca, claro, pero no qué nos quiere decir o dejar entrever, al menos de forma instantánea. Ahí se entiende el pensamiento como sentido en acto de constituirse, en un “componer” del poeta mediante, irremediablemente, la lengua. Se trata del desanclaje fenomenológico de los signos en vistas de los “signos” fenomenológicos, jirones de sentido, cuyo carácter es negativo, inidentificables en el fluir de la formación de sentido, y que da pie a la interpretación, aislada por la reflexión en un momento estético, para no caer en la ilusión trascendental o simulacro ontológico de creer que la lengua pudiera en adelante decir todo con sus signos y reglas de uso. Por tanto hay en esa poesía, en escena, lo que se podría llamar, una “expresión lingüística”, aunque con rasgos de materialismo mitológico, pero que toma estatuto en la idea de symploké de los signos: entretejimiento de éstos en unos “signos” fenomenológicos nunca dados, y cuya constitución se lleva a cabo mediante una articulación esquemática de Wesen formales a Wesen formales de lenguaje; en esto consiste el ritmo de la poesía. Hay unas atracciones de sentido en ese juego de esas “esencias” salvajes de mundo fuera de lenguaje. El sentido se sedimenta en una articulación esquemática, pero fáctica, cuyo testigo son las relaciones formales de la lengua que se emplea. Llegamos así a la necesidad de mantener la siguiente hipótesis: la de la apariencia de ser y estar sin origen del lenguaje que interpreta la misma voluntad para accionar-se, en un problema intratable. ¿En qué consiste esa apariencia? Es como si el “todo” indeterminable e infinito de su masa fenomenológica se estabilizara, implosionando identitariamente, de golpe, en los signos y reglas de la institución simbólica de la lengua o de nuestro cuerpo mismo. La Armonía es el resultado de todo este juego, el simbolismo del mundo, su simulacro. Los signos no tienen estatuto ontológico, por eso no son materiales. Pero el principio inmaterial aquí no existe, puesto que hablamos de una apariencia, y cuando llegamos a pensar mediante una cadena de conceptos ya lo hacemos materialmente sin algo preconcebido; por eso la conciencia siempre es material, aunque sea religiosa. Decir que podamos llegar a los conceptos mediante un principio inmaterial de vida, por ejemplo, es como creer que las imágenes que vemos en tv son producidas por un ente extraño fuera de la memoria.

martes, diciembre 04, 2007

ENTREMUROS




Entremuros nació la filosofía; un paréntesis entre una época que estaba en su fase crítica y una nueva en la que la vieja leva tenía poco que decir o ya había dicho todo, como es la fase de la época arcaica griega que termina con Homero. La lírica antigua arranca la filosofía del suelo y la hace humana, como hizo la música fenomenológica por excelencia, el blues del delta, a comienzos de una época que, también daba término a otra; dejo una letra de esa música, letra de un artista que recuerda a los líricos griegos, sobre todo en la forma de expresar o de cantar, hay palabras que no las  terminaba de decir, de tal forma que no sabemos muy bien su significado, como nos ocurre con las letras encontradas en papiros antiguos de Arquíloco que nunca podremos recomponer pues el tiempo se ha encargado de ocultárnoslas:
""Dificultad está aquí
Un ev'rywhere ir
Los tiempos son más difíciles de
Que th'ever sido befo '

Usted sabe que la gente
Son driftin 'de hacer' para hacer '
Pero no puede encontrar ningún cielo
No me importa a dónde van
La gente, si alguna vez se puede levantar
Off-una edad tan difícil Killin 'Flo'
Señor, nunca voy a bajar
Esta baja no mo '

Bueno, que me oye cantando
Esta canción solitaria de edad
La gente, sabe que estos tiempos difíciles
No puede durar mucho tiempo con nosotros

Usted sabe, usted dice que usted tenía dinero
Lo mejor es que sho '
Sin embargo, "estos tiempos difíciles Gon matarte

Se encuentra a sólo un alma solitaria"" Hard Time Killing Floor Blues 3:23 Trk 11
Nehemiah Curtis 'Skip' James
Skip James - vocal, guitar and piano
Album: Blues From The Delta
From Vanguard 'Today!' album 1966